En este post analizaremos los hábitos nutricionales para evitar las caries. El habitáculo interno de nuestra boca contiene un enorme complejo de sistemas que en cierto modo garantiza nuestra salud oral y la del interior de nuestro organismo.
Uno de ellos, y que es de vital importancia, es el sistema de glándulas salivares distribuidas por toda la superficie de la boca. Sin entrar en demasiado detalle, decir que lo forman múltiples glándulas salivares. Unas llamadas mayores formadas por tres pares (parótidas, sublinguales y submaxilares). Las parótidas son las mayores de todas y se encuentran en ambos lados de la cara por debajo del conducto auditivo externo. Las segundas y terceras se encuentran debajo de la lengua y todas ellas excretan saliva con distintas finalidades. Tambien existen las glándulas llamadas menores (son cientos). Como su nombre indica son de menor tamaño y están distribuidas por toda la superficie bucal (labios, lengua, paladar, etc…). Todas ellas pueden vertir sobre nuestra boca entre 1 y 2 litros de saliva diaria.
Ya sabemos que la finalidad de todas estas glándulas salivares es excretar saliva… pero, ¿para qué? La función de la saliva es la de humedecer la comida y así hacer que sea más fácil su deglución. Pero además, cumple con otra tarea fundamental: mantener nuestro PH bucal en condiciones óptimas. Así aseguramos nuestra salud oral y nos protegemos de posibles infecciones.
¿Qué es el PH salivar?
El PH salivar es una medida que calcula la cantidad de acidez y/o alcalinidad que contiene nuestra saliva. Su estudio nos ayuda a determinar cuáles son los cambios que debemos hacer para conseguir que se encuentre en un estado óptimo. Existen varios factores de vital importancia que determinan dicho estado. Cabe destacar, entre otros, los hábitos de higiene y nutrición.
¿Qué función desempeña el PH salivar en nuestra salud bucal?
Al programar nuestras comidas y decidir qué alimentos usar para confeccionarlas, deberíamos tener en cuenta además de nuestras preferencias culinarias, gustos, tiempo del que disponemos, dinero que deseamos gastar, calorías que pretendemos ingerir, la fibra que contienen,… el PH que contienen dichos productos. Este influye de una forma directa sobre el PH de nuestra boca y consiguientemente, sobre la salud de nuestros tejidos orales duros (dientes).
¿Qué hábitos nutricionales debemos adoptar para mantener un PH salivar óptimo?
Cuando consumimos alimentos con un nivel de acidez alto, es decir, con un PH bajo, ponemos en serio compromiso nuestra salud bucal. Ello repercute negativamente en las estructuras de defensa de nuestros dientes (esmalte) deteriorándolo, la mayor parte de las veces de un modo irreversible.
Sabiendo que nuestro PH salivar deseado es de 7 en una escala del 0 al 14, deberíamos mantener ese nivel para una salud bucal óptima.
VER TABLA APROXIMATIVA.
- PH 0 ÁCIDO DE BATERIA
- PH 1 ÁCIDO ESTOMACAL
- PH 2 LIMÓN, VINAGRE
- PH 3 NARANJA, BEBIDAS GASEOSAS, ALGUNOS COLUTORIOS DENTALES
- PH 4 TOMATE, VINO, CERVEZA
- PH 5 CAFÉ, YOGUR, QUESO TIERNO
- PH 6 SALIVA, LECHE, QUESOS CURADOS
- PH 7 AGUA, QUESO DE BURGOS
- PH 8 AGUA MARINA
- PH 9 BICARBONATO SÓDICO
- PH 10 ANTIÁCIDOS
- PH 11 COLUTORIOS ESPECÍFICOS
- PH 12 AGUA CON JABÓN
Convendría que nuestro PH oral nunca bajara de 5 ya que en esos niveles se vería comprometida la estructura del esmalte de nuestros dientes con el consiguiente peligro para su integridad.
No debemos confundir el PH salivar con el PH sanguíneo, ya que algunos alimentos como el limón pueden ser ácidos, pero tras su ingesta se convierten y transforman en alcalinos cuando pasan al torrente sanguíneo, lo cual es beneficioso para nuestro organismo.
Aunque no es lo que nos ocupa, conviene saber que el PH sanguíneo debe de mantenerse en un valor de 7.4 ya que si disminuye se provoca una acidosis y el organismo recurre a las reservas en huesos, dientes,… para recuperar la alcalinidad.
Recomendaciones y consejos prácticos para mantener nuestro PH salivar en niveles óptimos
- El tiempo que se emplea en consumir dulces o refrescos no debe de ser prolongado. Muy al contrario, procure consumirlos en el menor tiempo posible para así evitar sus efectos negativos sobre nuestra boca. Después de haberlo hecho conviene enjuagarse con agua natural.
- No conviene cepillarse los dientes inmediatamente después de haber consumido frutas, zumos de frutas, cerveza o vino, entre otros. Esto es porque la acidez que contienen provocan una ligera erosión en el esmalte. Si lo cepillamos eliminamos gran parte de ése esmalte. Es aconsejable esperar al menos media hora antes de cepillarse después de su ingesta.
- Otro consejo útil es masticar chicle después de las comidas debido a que se estimula la secreción de saliva y por consiguiente la restauración del PH. Si contiene Xilitol es preferible, ya que dicho componente evita que las bacterias se adhieran a la superficie dentaria.
- Cuando consuma café es mejor mezclarlo con leche ya que al ser más alcalina contrarresta la acidez de la bebida.